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cine de corrupción, cine de novela, corrupción, intriga polìtica, mafia, películas italianas, Suburra, thriller
La suburra o subura fue un barrio depauperado de la Roma imperial, pegado al centro histórico del poder de los emperadores romano. En el vivían las clases bajas del imperio y también se configuraba como un avispero de delincuentes y de gentes de mal vivir. Para separarlo de la zona buena de la ciudad –y de paso evitar la propagación de incendios- se construyó un muro que regulaba el trasvase no deseado de personal de una zona a la otra.

Giancarlo de Cataldo y Marco Bonini publicaron en 2013 la novela que daría lugar a la versión cinematográfica de 2015 y a una posterior serie televisiva. Hoy me centraré en el film que dirigió Stefano Sollima y protagonizaron Pierfrancesco Favino, Elio Germano, Claudio Amendola, Alessandro Borghi y Greta Scarano, entre otros.
El parlamento italiano debate una ley que debería posibilitar la recalificación urbanística de una zona aledaña a Roma, donde se barajan multitud de intereses, entre ellos los de varias familias mafiosas y de la propia Iglesia. Uno de los políticos involucrados mantiene un intenso y tórrido encuentro sexual con una prostituta de altos vuelo y con una menor, en la que se mezcla el consumo de drogas. La menor muere y la forma en la que hacen desaparecer su cadáver –para evitar el descrédito del político- acaban poniendo en marcha una maquinaria implacable y descarnada donde cada cual vela por sus intereses.
Suburra es una historia descarnada de violencia, de oportunismo y de corrupción a todos los niveles, donde se mezclan los intereses y las intrigas de la política con los de las familias mafiosos –ya sean tradicionales o sobrevenidas- y hasta del propio Vaticano. Una película recomendable para gente confiada y también para escépticos –como yo- que cuenta además con una fascinante banda sonora, acorde con los momentos álgidos de la trama.
Muy muy muy digna de ver.